lunes, 8 de abril de 2019

MORIR POR ABRIR LOS OJOS. Romancero Gitano, con Nuria Espert y dirección de Lluìs Pasqual.

Crédito: Mauricio Cáceres.

El ritmo marcado de los versos de Romancero Gitano, sus pausas y silencios, tienen en la actriz catalana Nuria Espert a una artista genuina. Descubre la situación adecuada para instalar una picardía en los comentarios que así lo requieren, y despliega mesura y profundidad cuando aproxima al público temas sensibles. Sean éstos la soledad que lastima a los personajes creados por Federico García Lorca, el desgarro, si la situación exige señalar heridas, o el desamparo que crece ante el sometimiento.  

En  la reciente presentación de este Romancero..., con textos de García Lorca y Lluìs Pasqual, también director y creador de destacada trayectoria, Espert conquistó entre matices y sin artificios a los espectadores que en el estreno colmaron la Sala María Guerrero del Teatro Cervantes (Libertad 815 CABA). Versos y textos que descubren paisajes y encierros de una Andalucía lejana. Amores y crueldades que no disfraza el panteismo advertido en los versos. Tal vez porque la violencia es humana, como el atropello y la desintegración del otro al que se desprecia. 

La sencillez y hondura de la actriz permitió saber algo más del poeta a través de su Epistolario (Alianza Editorial, Madrid, 1983), donde, entre otras lecturas, se alude al “fondo de soledad e inquietud” afín a Lorca, y a la “conmoción” que le produjo su viaje a Nueva York. Palabras entendidas no sólo como descubrimiento en relación al arte sino también como “denuncia” de una decadencia social. Aspectos que fueron comentados por Espert, quien, en los tramos finales de su espectáculo, no podía obviar el cobarde y cruel asesinato del poeta en la noche del 19 de agosto de 1936.

Antes de mencionar ese “silencio para siempre”, la actriz atrapó al público con lo que se propuso: ofrecer los versos de Romancero gitano, llamado así porque  “es el poema de Andalucía”. Definición del poeta, que él mismo amplió en conferencias que eran en realidad reuniones de amigos. Romances y acotaciones que figuran en Prosa (Alianza Editorial, Madrid, 1969-1972-1978), texto que reúne otros reveladores trabajos en prosa del poeta. 

Protagonista en numerosas obras de Lorca, aún se recuerda con admiración su trabajo en Yerma,  dirigida entonces por el actor y director argentino Víctor García (Tucumán 1934-París 1982).  Memora lo vivido en la escena y continúa proyectándose. Este es uno de los aspectos alentadores que nos deja el trabajo de Espert, afinado y sin estridencias bajo la dirección de Pasqual, quien la dirigió también en Haciendo Lorca junto al querido  Alfredo Alcón.     

En el escenario del Cervantes, Espert le pone cuerpo, voz y sentido a varios de los personajes de Lorca. Menciona el Romance del Jinete y deja oír un fragmento grabado y cantado por Paco Ibáñez. “¡Hay qué camino tan largo”/ ¡Hay mi jaca valerosa! ¡Hay que la muerte me espera/antes de llegar a Córdoba!.” Y se aprecian otros: el conmovedor Romance de la pena negra (Soledad Montoya) y El prendimiento de Antoñito el Camborio en el camino a Sevilla, que Lorca dedicó a Margarita Xirgù, a quien Espert supo evocar en una semblanza. Y mucho más se agradeció por en este trabajo. Versos que no se olvidan, como aquel que dice: “Tres golpes de sangre tuvo/y se murió de perfil./ Viva moneda que nunca se volverá a repetir.” O el extraño Diálogo del Amargo, el Romance de la Guardia Civil, El martirio de Santa Olalla y, entre otros, el Romance de Thamar y Amnón.

La actriz rescata versos y comentarios de Lorca y va más allá cuando dice lo propio al referirse a la soledad de los personajes femeninos en las obras del poeta. En creaciones como La casa de Bernarda Alba y Doña Rosita, la soltera; o Mariana Pineda, heroína de Granada, ejecutada por garrote vil el 26 de mayo de 1831. La joven que prestó ayuda a liberales y revolucionarios contrarios al régimen absolutista de Fernando VII y prefirió la morir antes que delatar a sus compañeros.  
Entre tanta vivencia escénica no faltan el Romance sonámbulo, el de “la luna luna” con dos mitos inventados. “La luna como bailarina mortal y el viento como sátiro”. Versos que Espert cuenta haber recitado de niña, así como otros, años más tarde, junto al poeta Rafael Alberti. La actriz interpreta  Preciosa y el aire, y cita esas bellas palabras que Lorca pronunció sobre La Pena de Soledad Montoya “raíz del pueblo andaluz”:  Una pena que “no es angustia porque con pena se puede sonreír, ni es dolor que ciega puesto que jamás produce llanto; es un ansia sin objeto, es un amor agudo a nada, con una seguridad de que la muerte (preocupación perenne de Andalucía) está respirando detrás de la puerta.”

Evocaciones todas que devuelven al espectador la conciencia de que se le está ofreciendo un material único en una atmósfera que deja lugar a situaciones menos dramáticas. Así, casi al final del espectáculo, Espert rescata de alguna manera el carácter lúdico del teatro, y al admirado Federico García Lorca como poeta del amor y no de la muerte.   

Ficha

Romancero gitano

Textos: Federico García Lorca,
Lluìs Pasqual

Producción: TNA-TC Marcelo Dorto
Asistencia de dirección: TNA-TC Mónica Quevedo
Jefe de escenario TNA-TC
Técnico de luces: Manuel Fuster
Técnico de sonido: Javier Almela
Coordinación técnica: Manuel Fuster
Producción ejecutiva: Alicia Moreno
Asistencia de dirección:  Catalina Pretelt
Ayudante de dirección y regiduría: Marco Berriel
Fotografía: Sergio Parra, Ros Ribas
Sonido:  Roc Mateu
Iluminación: Pascal Merat
Dirección: Lluìs Pasqual
Lugar: Teatro Cervantes, Libertad 815. Buenos Aires

miércoles, 3 de abril de 2019

ENIGMA Y FUGA DE UN PERSONAJE. Entrevista a Cecilia Hopkins, protagonista de "Suns".


¿Por qué volver una y otra vez a un recuerdo que castiga? ¿Por qué rebelarse ante la ficción que cuenta su venganza? ¿Qué hay de cierto en Suns? ¿Alucina? Su campo de acción es el teatro, espacio en el que se muestra irónica y audaz, donde se transfigura y gana libertad. Ella es el personaje de un texto al que no quiere quedar atada. Su rebeldía le permite reinventarse. No es cerrazón sino apertura. Suns es el nombre del personaje y el título de la obra que se viene presentando en el Celcit (Moreno 431 CABA) los domingos a las 19. 

El espectáculo de danza, movimiento y palabra se basa en Emma (2008), del dramaturgo asturiano Maxi Rodríguez, recreación de este autor sobre un relato de Jorge Luis Borges (Emma Zunz), publicado inicialmente en 1948 en la Revista Sur e incluido junto a otros cuentos en El Aleph.

En esta Suns del autor asturiano la propuesta es dialogar con el personaje literario. Única protagonista de este trabajo, la actriz Cecilia Hopkins, también docente y periodista, recrea aspectos de una historia a través de la danza y de una coreografía que crea atmósfera, lograda también en sus anteriores espectáculos, entre éstos Danzadelejos, La recaída, de Julio Cardoso, Milonga desierta, La cabeza de Acevedo y La memoria de Federico, escrita y dirigida por el asturiano Etelvino Vázquez, codirector de Suns. Autora de Tincunacu (“encuentro”, en quechua) sobre la teatralidad en el noroeste argentino, Hopkins y el equipo técnico ofrecen un trabajo destacable, refugio de enigmas por momentos, y de fuertes contrastes tanto en la música seleccionada y el movimiento como en los pasajes donde la opción es el canto y la incorporación de partituras populares. La Suns que se rebela arma su entorno y pelea por lo que siente es “su realidad”, cruzada por temas que desequilibran, como el abuso, la venganza y los mandatos, hoy en debate.

“Notaba que la realidad se metía de lleno en el texto de Maxi Rodríguez, apunta Hopkins en esta entrevista. Suns arma un plan para vengarse del que acusó de ladrón a su padre, que fue encarcelado y acabó suicidándose. En esta puesta su venganza tiene un componente de rebeldía al patriarcado. La decisión de perder la virginidad con un desconocido para después acusar a quien deshonró a su padre no le pesa tanto como la obligación de vengar a su padre. El tema de los mandatos paternos hoy se han ido recortando en la realidad, y tan fuertemente que a mi personaje no le podía resultar indiferente.”  

--Personaje que desafía y juega con esa postura... 

--Se defiende porque no quiere ejecutar la venganza. 

--¿Se trata de una alucinación?

--Sueña, y en ese sueño repite lo que le ha pasado. La estructura de su relato es circular y, en el final, agradece a quienes la ven y escuchan y pide que vuelvan o manden a otros como si estuviera en una función teatral. Trabajé con la idea de que está loca. Se encuentra en un hospicio, donde tapó muebles y con sábanas y cortinas armó un teatrito. Imagina recibir gente a la que cuenta su historia, luego la despide y sigue ensayando, recordando, repitiendo un relato del que no puede desprenderse.


--¿A qué se debe la mención de que esa historia debe ser contada en un teatro?

--Hay una pequeña discusión sobre si la literatura o el teatro es más apto para dar cuenta de la experiencia humana. Y decidimos instalarla. Ella dice “ mi historia tiene que ser representada, tiene que ser teatro en vivo, con mi cuerpo frente a otro cuerpo que observa.” La discusión se basa en la opinión de que la narración es plana, lineal, distante... Por eso la opción de presentarse en vivo ante  personas que sientan el contacto directo y no solamente leído. No ser un juguete a cuerda que va directo a su objetivo, que ejecuta su plan y una vez que lo ha logrado olvida las contradicciones. 

--Expresadas también aquí en la danza...

--Cuando la palabra no es suficiente, el teatro apela al silencio verbal y al trabajo corporal. Este es un ejercicio expresionista. En la obra se está hablando de lo que pasa en la cabeza de Suns, desgajada en comportamientos y pensamientos diversos que la tensionan, la tiran para un lado y para otro. Por eso hay tanta vehemencia en su discurso verbal, porque no sabe qué hacer y por quién accionar, si por ella o porque se siente instrumento de venganza de las mujeres que fueron abusadas por ese hombre libidinoso, o por el padre injustamente deshonrado o por el relato mismo para, finalmente, escapar de ese marco narrativo. Todo eso entra en contradicción con su impulso de ir hacia la vida que en su situación es la vida del escenario. El prólogo danzado tiene que ver con turbulencias interiores. Por eso es un sueño. En realidad, una pesadilla. 

--La rebeldía, cualquiera sea el motivo que la impulsa, le servirá de poco. Si el mandato es vengarse, al final lo cumple.

--La obra es ficción sobre ficción y la venganza es teatral, “como la de Shakespeare, Lope y Calderón”, escribe Maxi Rodríguez. Y sobre su padre dice Suns:  “No había más hombre que mi padre. Estábamos juntos hasta ese día, no había distancia entre nosotros. La distancia no siempre se siente si dos se separan, la distancia se siente siempre si uno de los dos no vuelve.”


Ficha

Suns (danza, música y palabra)
Basado en Emma, de Maxi Rodríguez.
Intérprete: Cecilia Hopkins

Espacio sonoro: Ernesto Snajer
Espacio visual y vestuario: Milena Machado
Diseño de iluminación: Soledad Ianni
Dirección: Etelvino Vázquez, Cecilia Hopkins

Lugar: Celcit, Moreno 431 (CABA) 
Teléfono: 4342-1026
facebook.com/celcit
instagram.com/teatro_celcit/
                
Funciones: Domingos a las 19