¿Por qué volver una y otra vez a un
recuerdo que castiga? ¿Por qué rebelarse ante la ficción que cuenta su
venganza? ¿Qué hay de cierto en Suns? ¿Alucina? Su campo de acción es el
teatro, espacio en el que se muestra irónica y audaz, donde se transfigura y
gana libertad. Ella es el personaje de un texto al que no quiere quedar atada.
Su rebeldía le permite reinventarse. No es cerrazón sino apertura. Suns es el
nombre del personaje y el título de la obra que se viene presentando en el
Celcit (Moreno 431 CABA) los domingos a las 19.
El espectáculo de danza,
movimiento y palabra se basa en Emma (2008), del dramaturgo
asturiano Maxi Rodríguez, recreación de este autor sobre un relato de Jorge
Luis Borges (Emma Zunz), publicado inicialmente en 1948 en la Revista
Sur e incluido junto a otros cuentos en El Aleph.
En esta Suns del autor asturiano la
propuesta es dialogar con el personaje literario. Única protagonista de este
trabajo, la actriz Cecilia Hopkins,
también docente y periodista, recrea aspectos de una historia a través de la
danza y de una coreografía que crea atmósfera, lograda también en sus
anteriores espectáculos, entre éstos Danzadelejos, La recaída, de Julio
Cardoso, Milonga desierta, La cabeza de Acevedo y La memoria de
Federico, escrita y dirigida por el asturiano Etelvino Vázquez, codirector
de Suns. Autora de Tincunacu (“encuentro”, en quechua) sobre la
teatralidad en el noroeste argentino, Hopkins y el equipo técnico ofrecen un
trabajo destacable, refugio de enigmas por momentos, y de fuertes contrastes
tanto en la música seleccionada y el movimiento como en los pasajes donde la
opción es el canto y la incorporación de partituras populares. La Suns que se
rebela arma su entorno y pelea por lo que siente es “su realidad”, cruzada por
temas que desequilibran, como el abuso, la venganza y los mandatos, hoy en
debate.
“Notaba que la realidad se metía de lleno
en el texto de Maxi Rodríguez, apunta Hopkins en esta entrevista. Suns arma un plan para vengarse del que acusó
de ladrón a su padre, que fue encarcelado y acabó suicidándose. En esta puesta
su venganza tiene un componente de rebeldía al patriarcado. La decisión de
perder la virginidad con un desconocido para después acusar a quien deshonró a
su padre no le pesa tanto como la obligación de vengar a su padre. El tema de
los mandatos paternos hoy se han ido recortando en la realidad, y tan
fuertemente que a mi personaje no le podía resultar indiferente.”
--Personaje que desafía y juega con esa
postura...
--Se defiende porque no quiere ejecutar la
venganza.
--¿Se trata de una alucinación?
--Sueña, y en ese sueño repite lo que le ha
pasado. La estructura de su relato es circular y, en el final, agradece a
quienes la ven y escuchan y pide que vuelvan o manden a otros como si estuviera
en una función teatral. Trabajé con la idea de que está loca. Se encuentra en
un hospicio, donde tapó muebles y con sábanas y cortinas armó un teatrito.
Imagina recibir gente a la que cuenta su historia, luego la despide y sigue
ensayando, recordando, repitiendo un relato del que no puede desprenderse.
--¿A qué se debe la mención de que esa
historia debe ser contada en un teatro?
--Hay una pequeña discusión sobre si la
literatura o el teatro es más apto para dar cuenta de la experiencia humana. Y
decidimos instalarla. Ella dice “ mi historia tiene que ser representada, tiene
que ser teatro en vivo, con mi cuerpo frente a otro cuerpo que observa.” La discusión
se basa en la opinión de que la narración es plana, lineal, distante... Por eso
la opción de presentarse en vivo ante
personas que sientan el contacto directo y no solamente leído. No ser un
juguete a cuerda que va directo a su objetivo, que ejecuta su plan y una vez
que lo ha logrado olvida las contradicciones.
--Expresadas también aquí en la danza...
--Cuando la palabra no es suficiente, el
teatro apela al silencio verbal y al trabajo corporal. Este es un ejercicio
expresionista. En la obra se está hablando de lo que pasa en la cabeza de Suns,
desgajada en comportamientos y pensamientos diversos que la tensionan, la tiran
para un lado y para otro. Por eso hay tanta vehemencia en su discurso verbal,
porque no sabe qué hacer y por quién accionar, si por ella o porque se siente
instrumento de venganza de las mujeres que fueron abusadas por ese hombre
libidinoso, o por el padre injustamente deshonrado o por el relato mismo para,
finalmente, escapar de ese marco narrativo. Todo eso entra en contradicción con
su impulso de ir hacia la vida que en su situación es la vida del escenario. El
prólogo danzado tiene que ver con turbulencias interiores. Por eso es un sueño.
En realidad, una pesadilla.
--La rebeldía, cualquiera sea el motivo
que la impulsa, le servirá de poco. Si el mandato es vengarse, al final lo
cumple.
--La obra es ficción sobre ficción y la
venganza es teatral, “como la de Shakespeare, Lope y Calderón”, escribe Maxi
Rodríguez. Y sobre su padre dice Suns:
“No había más hombre que mi padre. Estábamos juntos hasta ese día, no
había distancia entre nosotros. La distancia no siempre se siente si dos se
separan, la distancia se siente siempre si uno de los dos no vuelve.”
Ficha
Suns (danza,
música y palabra)
Basado en Emma, de Maxi Rodríguez.
Intérprete: Cecilia
Hopkins
Espacio sonoro: Ernesto Snajer
Espacio visual y vestuario: Milena Machado
Diseño de iluminación: Soledad Ianni
Dirección: Etelvino
Vázquez, Cecilia Hopkins
Lugar: Celcit,
Moreno 431 (CABA)
Teléfono: 4342-1026
facebook.com/celcit
instagram.com/teatro_celcit/
Funciones: Domingos
a las 19
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