La sensibilidad y pasión del único
personaje en escena, una poeta en situación de crear, refuerza la relación con
el público en tanto se convierte en un hito cultural donde la palabra cobra
sentido pleno. Protagonizada, dirigida y en versión de Irina Alonso, Sombras
sobre vidrio esmerilado parte de un relato incluido en Unidad de Lugar,
de 1966, creación del fallecido escritor, poeta, ensayista y profesor Juan José
Saer (Santa Fe, 28 de junio de 1937 - París, 11 de junio de 2005). Un decir que
alterna con silencios y repeticiones de la frase que da título a la obra. ¿Qué
revelan esas sombras que acicatean la creación de aquello que será un poema? El
pecho mutilado de la poeta la inclina a la soledad, al no compartido rescate de
un tiempo vivido y al recuerdo de quienes le han dejado palabras no siempre
bellas. Aun así, el rescate se produce, porque esa transformación del cuerpo y
los secretos mejor guardados no inhiben el placer de recrear aquello que siente
y fabula.
Entre los afinados matices de la voz y la
delicadeza de Alonso en su desplazamiento escénico, la poeta que compone logra
acercar fragmentos de vivencias interiores y exteriores como si fueran reflejo
una de la otra. Un ir y venir de sentimientos que reaparecen en tiempos de
zozobra y pérdidas. De ahí la “irrealidad deliberada” que circula por esta
puesta o estrategia de la mente para que la fragilidad del cuerpo no anule
otras capacidades.
Esta versión de Alonso tiene historia y ha
sido presentada en diferentes espacios. Se recuerda su actuación de 2010 en
Casa de la Lectura (Lavalleja 924), entonces conducida por Andrea Chacón
Álvarez. En la puesta que se viene presentando en el Celcit hasta el 28 de
marzo inclusive, la realidad de un presente en soledad es vulnerada por la
figura de ese cuñado al que la poeta espía a través del vidrio esmerilado de un
baño de la casa que comparte con su hermana. Deseo, frustración, fantasmagoría,
todo cabe en el devenir de un pensamiento que zigzaguea entre ocultamientos y
revelaciones. Lo esencial en ella es poetizar, forzando la realidad y
desafiando con humor lo incierto. Si vivir nunca es fácil y el humor es
refugio, vale recordar aquello que Saer, creador de tantos y admirados textos,
dejó a sus lectores: “Cada uno crea/de las astillas que recibe/ la lengua a su
manera/con las reglas de su pasión/y de eso, ni Immanuel Kant estaba exento”. (El
arte de narrar, edición 1988 de la Universidad Nacional del Litoral, Santa
Fe)
Sombras sobre vidrio esmerilado
De Juan José Saer
Adaptación, puesta en escena e
interpretación: Irina Alonso
Diseño de vestuario: Daniela Torta
Diseño de iluminación: Eduardo Spíndola
Asistente: Alexis
Fleita
Funciones: Suspendidas por coronavirus hasta nuevo aviso.
Lugar:
Teatro Celcit, Moreno 431, CABA.
Duración: 50 minutos.