domingo, 9 de septiembre de 2018

LEER EN LA CIUDAD NOVELA

La vida extraordinaria, en el Cervantes

Alternar el relato con la escenificación de experiencias vividas o noveladas es apenas uno de los planteos de Aurora Cruz y Blanca Fierro, personajes de La vida extraordinaria, premiada obra de Mariano Tenconi Blanco que protagonizan Valeria Lois y Lorena Vega. Dispuestas a evocar con humor debilidades y fortalezas propias, Aurora y Blanca disparan reflexiones, bromean y muestran una tenaz predilección por la lectura, camino y refugio que conduce y ampara. Vuelcan sus sentimientos en una curiosa  antología de poetas patagónicos y guardan sus experiencias en sendos diarios íntimos. Aventura o estrategia para fijar el tiempo y sumergirse en un paisaje compartido, el de una Ushuaia en la que transcurrieron sus primeros años y adonde pueden volver.

Historia circular en la que Lois y Vega destacan por una actuación donde los gestos son tan significativos como las palabras, y por la destreza que imprimen al ritmo escénico.
Se iniciaron en el teatro siendo adolescentes y estudiaron con maestros representativos de la escena.  Lois tuvo acceso a las clases y talleres de Hugo Midón, Pompeyo Audivert, Ciro Zorzoli, Alejandro Tantanian, Paco Giménez y otros. Uno de sus últimos trabajos es La Mujer Puerca, de Santiago Loza, dirigida por  Lisandro Rodríguez.  Vega ha coincidido con algunos de esos maestros. Se formó con la directora e investigadora Nora Moseinco, estudió con Mauricio Kartun y realizó cursos de dirección. Su trabajo más reciente es  Yo, Encarnación Ezcurra, de Cristina Escofet, dirigida por Andrés Bazzalo. Las dos conformaron el grupo Equipo Sanguíneo, junto a Martín Piroyansky y Juan Pablo Garaventa, estrenando obras entre 1999 y 2007. 

Entrevistadas en uno de los camarines del Teatro Cervantes y a poco de iniciar una función de La vida extraordinaria, puntualizan aspectos de la obra. Vega señala una frase dicha por Aurora, actuada por Lois: “Donde no hay nada original, lo único original es todo”. Y ofrece una interpretación. “La obra pasa por momentos en los que nos sentimos reflejados e interpelados en relación a los hijos y los padres, y a la pérdida de los padres. Y también a la vocación, como aquí la escritura, y a aquello tan deseado a veces como la vuelta al hogar. Ante una situación, una puede decir que le pasa lo mismo que a otro. Eso no es original, pero lo que sí  es singular y le pasa a cada uno es 'todo'.  Porque cada quien le da a un relato su propia voz y arma así su identidad”. 

--¿La ficción incide en lo que creemos ser?

Lorena Vega: Soy de las que se preguntan sobre el sentido de lo que hago y digo, y pienso que algo tiene sentido para mí cuando me está vibrando. Estas mujeres de la obra tienen relación con lo artístico y escriben. Es una manera de dejar algo, de “sellar” una mirada sobre las cosas, grabar un instante... Ellas guardan un tesoro: la amistad que también valoro. Una puede en algún momento de su vida reencontrar al amigo o la amiga y sentirse como en casa. Desde hace años soy amiga de Valeria, y trabajamos juntas. Por eso digo que si alguien quiere saber un secreto mío que la acorrale a Valeria. El amigo o la amiga colabora en eso de pelear en contra de la fugacidad. Es alguien que guarda un poquito de uno. Algo que no se evaporó.

--¿Esa pelea se relaciona también con la muerte? Pregunto por La vida... recordando Todo tendría sentido si no existiera la muerte, otra obra de Tenconi Blanco. Se supone que, justamente, porque existe la muerte es imperioso darle sentido a la vida... 

Valeria Lois: Para nosotras La vida... empieza a tener peso y recorrido a medida que la interpretamos. No es lo mismo antes de estrenarla que en este momento. Nos modifican mucho las palabras que decimos. Mi sensación es que la interpretación nos hace reflexionar distinto sobre la muerte y sobre otros hechos, y es interesante hacerlo ahora. Aurora y Blanca viven muy intensamente y lo vuelcan  en palabras que a la vez tienen cuerpo, porque ellas están muy presentes en eso que les pasa.. 
  
--Ádemás del enlace entre lo que se dice y hace está la música en vivo. ¿Qué les aporta?

Vega: La música terminó de armarnos las atmósferas que necesitábamos para cada escena.  

Lois: Sentimos que nos abarca, como en el  cine abarca la banda sonora. Los videos circulan aparte, y a espaldas de Blanca y Aurora.   

Vega: Estas mujeres atraviesan distintas épocas, aunque en las primeras escenas se las muestra instaladas estéticamente en los años '50, después se las ve en un pasado más cercano hasta llegar  al presente. En ese recorrido ellas descubren aspectos interesantes, y vemos que hacen lo imposible para no limitar sus sentimientos. En ellas no hay censura.   

Lois: Tienen capacidad de resiliencia, de renacer a pesar de las dificultades y las tragedias. Y eso ayuda a la amistad que comparten. 

--Amistad que necesita ser cuidada...

Lois: Hay distintas calidades de amistad, Hay personas a las que una no ve desde hace tiempo y la actualización es  inmediata, y otras que nos resultan indiferentes.  

--Esa resiliencia o renacer que mencionan es una constante en el texto...¿Se buscó destacarla?  

Vega: Mariano tuvo muy presente a su abuela al escribir la obra, y también a su mamá.
Pero no es lo único. Mariano es muy joven y un gran lector. Su escritura y su manera de observar a las personas pertenecen a una generación más actualizada que la de los personajes de esta obra. El material muestra una época anterior pero cruzada por lo contemporáneo y el relato fragmentado, nada lineal, es el de una dinámica actual. Eso del corte, de ver algo y “pasar rápidamente a otro canal” es característico en su generación. 

Lois: Que a nosotras nos propone un ejercicio actoral buenísimo. Cuando leímos la obra pensamos que tenía formato de radioteatro y podía resultar estática, y no fue así. Terminó siendo otra. y muy estimulante. .

--Tal vez porque escapan de la ficción sin quebrar la historia. Por ejemplo, en los comentarios dirigidos al público y en la escena de furia casi trágica en la que Blanca, excedida, dice “Perdón, me pasé”.

Vega. Justamente, legalizamos la convención. La gente ve el truco escénico. Ve que entramos a una situación y después salimos, como en las escenas en las que una actúa y otra la mira esperando que termine para hacer su parte.

Lois: Las dos venimos de hacer unipersonales. Lorena  estrenó “... Encarnación...” y yo La  Mujer Puerca. Obras en las que hay una relación con el público. Nos hacemos cargo de que el público está  ahí, y eso es sano para todos. 

--El texto hace referencia a un “país inventado”, al universo, al nacimiento del mundo y a Ushuaia y su paisaje. ¿Visitaron la ciudad de sus personajes?

Vega: Estuve en el Sur pero no allí.

Lois: Yo sí, pero sólo un día, y tuve la impresión de encontrarme en el Fin del Mundo, que no lo es, pero una lo vive como real. Es un lugar único. Impresiona ver el comienzo de la noche y la llegada del día... Una se siente sola en el Universo.  

La vida extraordinaria

Autor: Mariano Tenconi Blanco
Elenco: Valeria Lois y Lorena Vega
Voz en off: Cecilia Roth
Músicos en escena: Elena Buchbinder y Ian Shifres
Coreografía: Jazmín Titiunik
Diseño audiovisual:  Agustina San Martín
Música original y dirección musical: Ian Shifres
Iluminación: Matías Sendón
Vestuario: Magda Banach
Escenografía: Ariel Vaccaro
Dirección: Mariano Tenconi Blanco
Asistencia de dirección: Ana Calvo
Producción: Yamila Rabinovich
Lugar: Teatro Cervantes, Libertad 815 CABA . Tel. (54 11) 4818- 4224.
Funciones: de jueves a domingo a las 21.
Boletería: miércoles a domingo de 10 a 22.
Ùltima función 23/09/2018

No hay comentarios.:

Publicar un comentario